Recientemente, quise ver una película cristiana. Como todos saben, existen gran variedad de películas en las diferentes plataformas, pero conseguir películas cristianas es un poco cuesta arriba.
Vi en las redes sociales esta recomendación y quise ver qué tan buena y edificante era la película. Su título en español es “Vencedor”. La trama gira en torno a una niña corredora que padece una condición de asma. Después de varias vicisitudes, desea conocer a Cristo, aceptarlo y hacer su voluntad. Para que esto suceda, varias personas a su alrededor la orientan, la aconsejan y le predican el evangelio. Una de estas personas es su maestra de escuela (o directora escolar).
Aquí un extracto de la conversación que se da entre ambas. Lean lo hermoso de la predicación. Yo les diré dónde está el error doctrinal (el sofisma).
“Tú fuiste creada para conocerlo y adorarlo, pero lo rechazamos. Cuando hacemos el mal, cuando pecamos, eso es lo que nos separa de Él. Así que envió a su único hijo para pagar el precio por recuperarte, y el precio fue muy doloroso, pero se levantó de entre los muertos y abrió el camino para que te acerques a Dios si confías en él, si tú le crees. Eso es la fe, pero él no te lo impone, solo te lo está ofreciendo porque te ama. Todos hemos pecado. Todos hemos mentido, robado u odiado, pero cuando le damos nuestro corazón a Jesús, entonces Él lo sana. Él lo cuida mejor que nosotros mismos, solo si confiamos en Él. ¿Es algo que te gustaría hacer? ¿Permitirías que yo te guíe? Señor Jesús, Señor Jesús, soy una pecadora (pecador), yo necesito un Salvador y creo que tú eres ese Salvador. Así que hoy pongo toda mi fe solo en Cristo para que perdone mis pecados. Ven a vivir en mí, en el nombre de Jesús, amén. La Biblia dice que cuando pones tu fe en Jesús, eres una criatura nueva en su totalidad, eres una nueva creación.”
Inmediatamente le invita a leer los dos primeros capítulos del libro de Efesios, para justificar, solo con estos dos capítulos, todo lo dicho anteriormente.
Hermanos, debo reconocer que esta conversación es una excelente oportunidad para hablarles a nuestros hijos sobre nuestro Salvador ,Jesucristo.
En donde está el error… Para un protestante, el Bautismo es solo un símbolo Cristiano, no tiene ningún valor salvífico. Por esa razón, la mayoría de ellos se bautizan varias veces en el transcurso de sus vidas. Para ellos, es más como un emblema para pertenecer a una casa. Ahora bien, dentro del protestantismo existen muchas vertientes doctrinales. Realmente es difícil definir cuál es la verdadera doctrina sobre casi cualquier cosa dentro del protestantismo. Los Bautistas piensan de una manera, los Pentecostales de otra, los Testigos de Jehová rompieron la regla, etc.
¿A qué viene esto? No existe otra manera para nacer de nuevo, para ser una nueva criatura, hay que nacer en el o con el Bautismo.
¿Quién lo dijo? ¡Jesús lo dijo! ¿Dónde? Veamos: (Juan 3:5-6) “Jesús le respondió: Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace de Espíritu es espíritu”. EL Bautismo nos da la libertad. ¿Qué libertad? Fuimos presa del pecado, nos desligamos del pecado a través del Bautismo: (2 Corintios 3:17) “Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad”. Este es el Espíritu Santo que recibimos a través del Bautismo para nuestra salvación: (Tito 3:5) “no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo”. Pues sin el Bautismo, nadie podrá entrar en el reino de Dios: (Marcos 16:16) “El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará”. Pero antes debemos ser transformados por el Bautismo: (Juan 3:6) “Lo que nace de la carne es carne, lo que nace de Espíritu es espíritu”.
Nunca te lo dirán: Todo esto te lo ocultará un protestante, sin embargo, es lo más importante en la vida de un cristiano. El Bautismo es tan importante que el Apóstol Pablo no lo separa, ni de la creencia en Dios, ni de la fe en Dios. Lo dice así: (Efesios 4:5) “Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”. #1 Creemos en un solo Dios, #2 profesamos una sola fe (la fe en Cristo). Entonces, ¿por qué no cumplir con el tercer mandato?, #3 un solo Bautismo.
El Bautismo no se separa ni de Dios ni de la fe. Si ya renacimos con el Bautismo. ¿Por qué querer ser rebautizado? (Tito 3:5) “…él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo”.
¿En qué creen los protestantes? Esta es su profesión de fe. Esto es lo que los salvará: (Romanos 10:9) “Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo”. ¿Es esto verdad? Por supuesto que sí, está escrito en la Biblia, es Palabra de Dios. Pero no es toda la verdad.
¿Cuál es toda la verdad? Quien cree en Él no va en su contra (Marcos 9:38-40) “Juan le dijo: Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros. Pero Jesús les dijo: No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, con nosotros está.”
Esto nos lleva a la pregunta: ¿Le creo a Él? Así pues, sabrás que no es tan sencillo como solo declarar que Jesús es el Señor con la boca: (Romanos 10:9; Hechos 2:21; Joel 3:5/RV. 2:32) “Y sucederá que todo el que invoque el nombre de Yahveh será salvo…” Si no, que para poder confesar que creemos en Él, hay que creerle a Él, en otras palabras, no ir en contra de su doctrina: (Marcos 12:30), (Lucas 11:23) “El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo desparrama”.
Leamos pues la explicación de: (Romanos 10:9; Hechos 2:21; Joel 3:5/RV. 2:32) que da el Apóstol Pablo en: (Romanos 10:14) “¿Cómo invocarán a aquel en quien no han creído?…”, sin olvidar lo que nos dice: (Mateo 15:8) “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”.
¿Cómo permanecer en la verdad? Aquí está la respuesta: (Juan 8:31-32) “Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en Él: Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres”.
¿Quieres salvar tu alma? Créele a Él: (Juan 3:5-6) “Jesús le respondió: Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.”
“… Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente. Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de gloria que encierra su herencia entre los santos, y la extraordinaria grandeza del poder con que él obra en nosotros, los creyentes, por la eficacia de su fuerza poderosa,” (Efesios; 1:17-19). Amen
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